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CESM valora el trabajo realizado con el Ministerio de Sanidad en el primer trimestre del año

Madrid, 23 de marzo de 2021: la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) cerraba 2020 reanudando el diálogo con el Ministerio de Sanidad, con el nuevo director general de Ordenación Profesional, Vicenç Martínez, como interlocutor. En las reuniones mantenidas con el presidente y secretario general de CESM, que servían para descongelar las relaciones entre ministerio y sindicato, Martínez se comprometía a buscar un calendario de nuevos encuentros para avanzar en la búsqueda de soluciones conjuntas para la situación de los profesionales, un compromiso que movía a CESM a suspender la jornada de huelga nacional de médicos convocada para el 29 de diciembre.

Desde entonces se ha producido un cambio de titular de la cartera sanitaria en la que Salvador Illa daba el relevo a Carolina Darias, a quien la Confederación dio la bienvenida solicitándole una reunión y que el trabajo del equipo anterior tuviera continuidad desde el primer momento. También se han producido diferentes reuniones con el equipo ministerial en las que ha participado el sindicato como parte del Foro Profesional. En ellas se han acordado y establecido ya tres grupos de trabajo para avanzar en cuestiones relacionadas con Recursos Humanos, el Continuo Formativo y la Atención Primaria. En todos los grupos está participando CESM con representantes especializados y la intención es tener documentación suficiente y consensuada a finales de marzo para poder presentarla al ministerio y poner sobre la mesa soluciones a los problemas relacionados con cada uno de los aspectos que engloba el grupo.

Por el momento, este calendario de encuentros establecido que permiten trabajar en encontrar soluciones al conflicto laboral ha promovido que la huelga nacional de médicos, que se mantiene convocada para los últimos martes laborables de cada mes, haya quedado suspendida mientras se mantiene ese diálogo y predisposición a colaborar.

Además, febrero fue un mes en el que se vio plasmada sobre el papel una de las principales reivindicaciones de CESM desde que comenzara la pandemia hace ya un año, como era la de la declaración del contagio por COVID en profesionales sanitarios como enfermedad profesional. Una lectura detenida de la norma impuso la sensación de decepción, puesto que éste reconocimiento se limitaba en el tiempo para los contagiados entre la declaración de la pandemia a nivel internacional y el cese de las medidas para combatirla.

Por esto, aunque esta modificación fue bien recibida, resulta insuficiente para satisfacer las demandas de nuestro colectivo, golpeado con especial crudeza por la pandemia, que se ha llevado por delante la vida de 112 compañeros hasta el momento. En este sentido, CESM asegura que seguirá reclamando mayor sensibilidad al Gobierno y demandándolo en todos los foros posibles y de la manera en que sea necesario hasta conseguir el objetivo.

Precisamente en esta línea ha ido la petición de reunión con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para abordar la declaración de enfermedad profesional en los términos que reclamamos y la declaración de profesión de riesgo. De esta cartera dependen también otras cuestiones que queremos abordar, como que las guardias computen como tiempo efectivo de trabajo, el especial trato a la nocturnidad y el cómputo general de tiempo trabajado para permitir la jubilación del médico a los 60 años sin una merma considerable en su pensión.

También esperamos respuesta a la petición de reunión solicitada al ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, a quien hemos pedido que se aborde la problemática de la merma retributiva y la temporalidad en sanidad, uno de los sectores junto con educación qué más afectado se ve respecto al trabajo eventual.

Del mismo modo, en un mes especialmente decisivo para los aspirantes al MIR, CESM lamenta que desde hace semanas se haya exigido una solución para aquellos opositores que se vean afectados por la COVID19 en la fecha del examen, bien enfermando o bien siendo contacto estrecho de alguien contagiado, y que Sanidad, pese a que lo solicitaba la Confederación desde el primer momento, no haya articulado una alternativa para estos graduados en Medicina. Tampoco se ha recibido respuesta sobre la proposición de CESM de ofrecer una solución a todos aquellos residentes que acaban su periodo formativo en mayo y por considerar que la pandemia ha afectado a su formación serían partidarios de prorrogar voluntariamente tres meses su residencia.

Mención especial merece la situación que viven los territorios dependientes competencialmente del INGESA, que llevan años reclamando soluciones a sus conflictos diferenciales sin que ninguno de los responsables del organismo en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla hayan puesto interés por abordarlos. En este sentido nos hemos dirigido también a la ministra de Sanidad como máxima responsable del INGESA para que nos permita exponerle en una reunión cuáles son las necesidades urgentes de los profesionales en ambos territorios, una petición por la que todavía estamos a la espera de respuesta.

Por todo lo anterior, CESM quiere recordar que sigue trabajando en diversos ámbitos para conseguir el objetivo de mejorar las condiciones laborales de los médicos y que mientras se mantiene el calendario de reuniones establecidas con Sanidad, las jornadas de huelga de los últimos meses se han visto suspendidas como gesto de buena voluntad, condicionado a que se encuentre solución a las reivindicaciones expuestas.

La Confederación aprovecha para, una vez más, agradecer a todos los profesionales su implicación en la pandemia y el sobreesfuerzo que están haciendo para prestar a la población la sanidad que se merece, así como su implicación en este conflicto para lograr mantener la máxima calidad de nuestro sistema nacional de salud.

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