Los paros parciales, con el lema “Por una Sanidad pública de calidad”, han sido secundados mayoritariamente por los médicos –tanto de Atención Primaria como Hospitalaria- y personal de enfermería, que en Aragón suponen más de 10.000 profesionales. No obstante, la convocatoria estaba abierta a todo el personal de los centros: auxiliares, administrativos, etc.
En cualquier caso, CEMSATSE denuncia los “abusivos e injustificados” servicios mínimos decretados por el Gobierno de Aragón. El sindicato acusa al Departamento de Sanidad de impedir a médicos y enfermeros ejercer su derecho con unos servicios que se corresponden en la práctica con el 100 % de la plantilla, decretados a última hora, sin asignar profesionales mínimos por servicios, y estableciendo de manera genérica ‘el funcionamiento de las unidades con normalidad’”.
“Pese a la nula voluntad negociadora del Gobierno de Aragón y todas las dificultades que ha puesto para el control de apoyos y regulación de servicios mínimos, mantenemos el respaldo del 100 % de los médicos y enfermeros”, destaca CEMSATSE.
Los profesionales de la Sanidad volverán a protestar contra los recortes el próximo día 21 de febrero y los días 7 y 21 de marzo, y en abril se convocará la huelga general en todos los centros sanitarios.
Las reivindicaciones de CEMSATSE son consecuencia de los continuos recortes, falta de medios y personal y otros graves problemas que, según los profesionales, están llevando al sistema sanitario de la Comunidad a una “situación límite. Los médicos y enfermeros aragoneses de los ámbitos asistenciales de Primaria y Hospitalaria coinciden en un “hartazgo” ante la pasividad de la Administración y reclaman “asegurar una asistencia de calidad a nuestros pacientes, tener tiempo y condiciones de trabajo adecuadas”.
Por ello, sus reivindicaciones se centran en, entre otras demandas, eliminar o disminuir las listas de espera, reducir la carga burocrático-informática, establecer agendas limitadas y cerradas, recuperar los derechos recortados desde 2010 (con una pérdida del 25 % de poder adquisitivo), acabar con la temporalidad y la precariedad, establecer la jornada de 35 horas, reformar la Atención Continuada y las guardias para no cobrarlas por debajo de las horas ordinarias, recuperar todos los niveles de carrera profesional personal fijo y carrera para interinos, seguridad laboral para lograr cero agresiones, cupos máximos por médico –1.500 por médico de familia y 1.000 por pediatra-, cupos máximos por enfermero/a –1500 en adultos por enfermero/a y 1000 en pediatría por enfermero/a- planificar las necesidades futuras para que, como mínimo, todos los graduados puedan hacer una especialidad y aumentar el número de las plazas MIR