Leemos estos días de coronavirus que las actividades colectivas de los médicos se restringen. Pero no es por nuestra salud, no; para prevenir contagios se suspende el fútbol, pero la suspensión de Congresos y Cursos de facultativos es porque… ¡somos difíciles de sustituir!.
Ahora se enteran. Ahora somos imprescindibles. Para recortarnos las pagas extras en 2010 (¡aún no las han devuelto!) para eso sí éramos prescindibles. Para negarnos la carrera profesional sí somos prescindibles. Para pagarnos una misería por las horas de guardia sí somos prescindibles. Para jugar con nosotros, nuestras vidas, nuestras familias (precariedades, jubilaciones), para eso sí somos prescindibles. Pero para enfermar, no, para eso somos imprescindibles.
Al menos eso dicen. Porque la realidad es que no informan a los médicos (ni Ministerio, ni Consejería, ni Salud); no nos dotan de las herramientas necesarias ni de la formación específica del caso. Pero eso sí: como enfermes, como tengas que estar en cuarentena, Salud dice que se tratará como cualquier enfermedad común, no profesional.
Dicen que somos imprescindibles, mintiendo como siempre. Pero lo que tienen es miedo. Hagamos como tantos colectivos cuando son “imprescindibles” (personal de líneas aéreas antes de semana santa; servicios limpieza antes de fiestas, etc…): pongámonos en huelga. A ver cuán imprescindibles somos.
Pero eso sería una “grave irresponsabilidad ante la ciudadanía”… no lo haremos. Y nos seguirán tomando por el pito del sereno. Porque la “prescindibilidad” también hay que ganársela, como el respeto. ¿Para cuándo exigiremos ser oídos, consultados, respetados, como lo que somos? Por que sí, somos imprescindibles, con o sin epidemias.
- El Sindicato prepara una encuesta dirigida a los facultativos aragoneses: ¿a qué estarías dispuesto a llegar y por la defensa de qué derechos?. La difundiremos en breve. Es el momento de que se te oiga-